Se dice pronto, pero cuando piensas la de personas que hay detrás de esas estadísticas, se me erizan hasta los pelos del culo.
Esto empezó por huir del mundo, por querer soltar todo mi veneno en unas letras que os mordiesen nada más leerme.
¡Y bien que os han mordido!
Con esto sólo aumentan mis ganas de seguir, de mejorar, de tratar más verdades que duelan o que gusten, según quién las lea.
Gracias de veras, por perder aquí vuestro preciado tiempo, por decidir echar un vistazo a la mente de un joven que desvaría entre penas, alcohol y juegos de manos.

Porque hasta en la basura, encuentras cosas que no tienen desperdicio.
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