He aquí.

Este es mi blog, un pequeño sitio donde vengo de cuando en cuando a soltar ideas en forma de entradas. Siéntete libre de curiosear lo que quieras.

Diego.

Una entrada más en desván de lo olvidado.

Hoy me tomo esta entrada para mí y para mis huevos. Para decir lo que quiera, concretamente para decir lo que quiero y lo que no, lo que me gusta y lo que no, lo que odio y lo que amo, lo que debería de irse por un camino fecal y de dudoso carácter político, y al mismo tiempo, lo que debería de imponerse en mi vida con un lujoso altar, como si de una deidad se tratase.

Lo primero, es "¿Por qué?", a lo que yo respondo: "Porque me sale no de éste, sino de éste cojón concretamente, del derecho creo que estamos hablando".

Ya tenemos un punto menos que tratar, con esto ya habré cerrado mil bocazas impertinentes con afán de ponerme en evidencia, o conseguir una cita, o qué se yo de este mundo de locuras.

ODIO:
-Antes que nada odio que algún/a subnormal venga y me diga que odiar está muy feo y no es lo que dios quiere de mí. ¿Insinúas que su némesis es mejor?¿Amor?...
-Odio cuando voy por la calle y alguien me mira con cara de "ohpordiosquehaceaquelmajaraconesaropatanfea"
-Odio cuando salen los mosquitos y pican hasta tocar hueso, o peor aún, cuando estás a punto de dormirte y te suena un pitido leve pero penetrante, quitándote todo el sueño.
-Odio cuando la mierda de blog y de su puta madre me cambia la fuente cada vez que se le antoja, al igual que odio que me salte el corrector por no saber reconocer la palabra "cojón" o cualquier tipo de adverbio acabado en "-mente"
-Odio a las tías falsas que ocultan su zorrismo entre capas de mierda y mentiras.
-Odio a los tíos que les sobra boca.
-Odio los golpecitos en una zona de la espalda por encima de la cintura que pican, ojo, no duele, pica...
-Odio las jodidas llamadas de Telefocknica o de Putafone, no quiero ofertas, quiero que me dejéis vivir.
-Odio cuando la gente se cachondea de alguna música que me guste, como por ejemplo una bonita canción de los Pink Floyd llamada "We don't need no education"
-Odio que se me tache de LO QUE SEA cuando no se me conoce.
-Odio las mentiras.
-Odio las religiones.
-Odio los momentos en los que me siento una puta mierda, porque me han dejado, me han puesto los cuernos, o lo que sea... y sólo me cruzo parejas por la calle. Ojalá sufran mil enfermedades venéreas una tras otra.
-Odio que ahora me digan "borde" por esto. ¿Que pasa, que tú naciste con la capacidad innata de sonreír o halagar a todo aquello que te rodea?
-Odio que la parte de "ODIAR" esté mas llena que la de "GUSTAR".
-Odio que ahora me pregunte algún/a corto/a de mente. ¿Esto va por mí?. No sabía que fueras tan cenutrio/a de no reconocer tus hechos y palabras. Ah no, que forma parte de tu mediocridad...
-Odio cualquier forma de maltrato. No quiero que nadie le pegue a una mujer, ni torturen a un perro, ni a un recluso, ni a un toro, ni a un niño...
-Odio que ahora algunas mujeres no tengan NI PUTA IDEA de llevar a cabo el proceso de igualación de sexos.
-Odio a la puta de Leire Pajín
-Odio a la otra del PP que siempre sale lamiéndole el culo a Rajoy y soltando mierda de ZP.
-Odio ver como PP y PSOE se pasan la pelota y ninguno hace NADA.
-Odio ver como aquí no existe la democracia.
-Odio tener que esconderme de la policía.
-Odio a los fascistas y retrógrados. Creo en la humanidad, me la sudan las razas y las tendencias sexuales.

GUSTAR:
-Me gusta dejar esto en blanco, y haber petado lo del odio, y que ahora me digan malote, rebelde o lo que sea. Me gusta ver esas reacciones, me río mucho.



Hasta aquí lo que se daba, no tengo inspiración, 

NI ME IMPORTA. 

Discusiones gilipollas para mentes sin sustancia.

"¡Venga, vámonos a la playa de Jerez!"

Reconozco haber gastado esta broma a más de un amigo mío jerezano, pero siempre dentro del buen ambiente y de la envidia sana, por supuesto. Las rivalidades no siempre tienen porqué ser malas, pero el problema esque suelen partir a través de temas tan estúpidos como ver quién tiene los once mejores tontos pegándole patadas a una pelota. (me gusta el fútbol, pero sólo el buen fúbol. Ver jugar tanto al Cádiz como al Jerez es ver a once tontos haciendo eso, darle patadas a una pelota)

Y lo peor de todo esto, no es que estas rivalidades estén creadas por un deporte, sino que además, aunque se piense lo contrario, son los propios adultos "maduros, inteligentes y consecuentes" los que muchas veces se encargan de inculcar a su hijo un odio estúpido y de imbécil con problemas neuronales causados por la droga, por la mala suerte, o por tener relaciones sexuales interfamiliares.


Y así, llegamos a puntos, primero de lenguaje ofensivo, luego de malas miradas, y en ciertos puntos, hasta violencia y expulsión de "X" sitio, por haber nacido en una ciudad o otra. De monos, de imbéciles, de vergüenza ajena. Los tres subnormales de siempre dando la puta mala imagen de todos los días. "Los gaditanos son unos chulos", "los jerezanos son unos catetos".
  
Cenutrios ambos sectores. En Cádiz hay catetos a puntapala, y seguramente Jerez consiga mejor nivel económico, porque para su suerte, y para la de la provincia de CÁDIZ (y a los que le moleste esto, sí que se pueden considerar catetos), tienen la materia prima para hacer de su CIUDAD, un sitio mejor, sin subnormales que los dejen a la altura del betún.

Yo por mi parte, enseñaré a mis hijos y a mis nietos (si esque los llego a tener) las rivalidades sanas, los piques entre amigos, las rondas de cerveza del equipo que pierde o a veces del que gana, los abrazos, los llantos consolados, las palabras de suerte, y las de "mala suerte".


Por que gente con dos dedos de frente, por suerte, los hay tanto en Cádiz como en Jerez.



No me gustan los carnavales, pero tengo que decir, que esto tiene que ver con el tema, y la verdad esque lo trata de una forma ESPECTACULAR.
Escuchad, escuchad, que no tiene pérdida... 
 

Vivir.


Qué mas da quejarse de la vida, qué poder tengo yo sobre mí mismo, que ni capaz soy de reconocer de dónde vengo o hacia dónde voy.

 Tengo la capacidad que desee, puedo escribir, correr, saltar, pero a ojos del mundo no seré más que un chiquillo inocente que juguetea queriendo alcanzar sus dedos, a modo de futuro mejor.

Sí, hay injusticias en este mundo y sí, tengo mis problemas. No estudio, mis padres tienen cada uno los suyos y cada día que pasa, o lo ocultan menos menos o yo lo veo más; posiblemente esté iniciando una relación de la que saldré mal parado, como el 80% que inicio. ¿Pero y qué? eso es la vida, que te golpeen, levantarte, seguir, que te vuelvan a tirar para volverte a levantar...

Sé vivir con ello, es mi territorio. Son mis desgracias y mis alegrías, las que dan sentido a mi vida, la que hacen que mi vida merezca ese nombre, "vida".
Porque yo tengo una, cuya esperanza de longevidad puede superar los 80 años, cuando en muchos países, apenas llega a los 20...


Quiero a mis amigos, aunque mañana me claven un puñal por la espalda y dejen de ser eso, mis amigos; quiero a mi novia, aunque realmente no le haya dicho siquiera que quiero que lo sea y me dedique a molestarle por tuenti y acabe puteándome; quiero a mi familia, aunque no siempre tenga su apoyo; quiero a mis amigas, aunque a veces les  incordie con proposiciones de adolescente sin sesera; quiero a mis perros, a los del refugio y a los míos propios, aunque no sean perfectos, aunque me muerdan, nunca nadie investiga nunca, que ha habido detrás.

Porque aunque me ataquen, insulten, engañen, rechacen o me fallen... soy lo que soy gracias a ellos y no a mí. 

Y seré egoísta ahora, por una vez en mi miserable vida, diré algo dedicado a mí y a mi ego poco alimentado.

Me alegro de ser como soy. Me gusta mi manera de escribir, de pensar, de actuar, de querer, de vivir, de soñar...

En definitiva, me alegro mucho de tener, la vida que me ha tocado moldear.





Siempre de frente, la verdad.

No cuesta tanto, no pido mucho.

Puedo ser capaz de soltar en un texto tonterías varias para hacer vomitar purpurina hasta a la más dura de las personas, pero de poco me sirve esto si realmente no hay sinceridad.

Si las palabras se lanzan con mentiras, se clavan, como flechas envenenadas, y me matarán a medida que pasen los días. Aunque se piense lo contrario. Prefiero que me hagas daño con la verdad, antes que destrozarme con la mentira.

Sólo quiero que tus "Te quiero", sean sinceros y de verdad, busca dentro de tu alma, para dentro de unos días, no tenerte que arrepentir, y querer tirar hacia atrás.
 Porque para entonces ya clavaras un anzuelo en mis entrañas y te llevarás todas las vísceras que pilles. Para luego pescar nuevos cariños y mimos, a otros peces incautos.

Ahora mismo dentro de mi ser, sólo vive el caos. Tú eres la única capaz de ordenarlo o destruirlo.

Pero con hechos, no con palabras. Que las palabras...

se las lleva el viento.

Culpable.

Escucha esto mientras te hablo en mis textos.

De hacerme soñar de nuevo, de encoger el mundo en mi pañuelo, mirando por la ventana a ver si me cae un beso de los tuyos que me lances al cielo.

¿Pero de qué coño me sirve todos estos sermones, si ya, que solo pasaron unas horas desde que nuestras miradas se cruzaron, no pasaron días sino unas horas?

¿Quién me asegura a mí, que sabré vivir ahora?


Echándote de menos, pues no se duerme igual, cuando la cama se queda sola.


Y ahora comienza una era de escribir cosas alegres, bonitas e incluso hasta decentes, aunque no me reconozcáis, penséis que es otro este de aquí presente. Seguiré siendo el mismo...


Sólo que ahora mi corazón, lo ocupa entero Laura Pavón.



PD: Reconozco que esa última rima era sosa y sencilla. Pero no sé como decirte ya que te quiero y que suene nuevo, distinto y sincero.

Podría ser.


Algo para oír mientras se lee.


Vuelven los ciclos pasados antaño, aquellos que mi corazón volvería a tener en cualquier momento, pero mi cerebro espera olvidar.

Son los mismos momentos que aunque ahora me hagan sonreír, sé que no mañana, quizá tampoco pasado... pero algún día, acabaré tirado de nuevo en la esquina de algún bar, bebiendo mas alcohol del que jamás pueda llorar.

Tengo miedo. Miedo de recibir mas golpes, más de los que me llevé, de los cuales ya estoy bien, estoy curado. Pero no necesito que nadie venga a hurgarme en las cicatrices, no quiero que ninguna se abra y vuelva de nuevo a perder, no sangre, sino mi propia esencia que se va con cada puñetazo sentimental en el estómago.

Tengo miedo. Miedo de que esos dos ojos verdes me hagan caer en los delirios de su embriagador atractivo. Siendo así un muñeco a los antojos de la dueña. Y ya perdí la cuenta de cuerdas que se me rompieron por culpa de anteriores irresponsables, que jamás supieron valorar, lo que entre mis hilos se movía, que no era madera, que era carne, era dolor, eran sentimientos, era yo.


"Carpe diem"... sí, pero "cogito, ergo sum".

No puedo pasar por alto las cosas del alma. Puedo intentar sofocarlas con tonterías y demás cosas asquerosamente humanas. Pero eso es comida para hoy, y hambre para mañana.

Para qué engañar a nadie. Tengo miedo de darle a alguien cobijo en mi corazón. Y me da coraje, porque por culpa de las zorras más antiguas del mundo, por culpa de las mentiras y por culpa de las mamadas en horas consecutivas a poyas indebidas, me tengo que esconder, encoger y que asustar.

En fin...

Como siempre, estaré pensando demasiado. Esos dos ojos verdes tendrán mejores cosas en la mente, y quién sabe si en el corazón. Quizá no me hagan llorar, quizá lo haga yo. Quizá me acaben por destrozar. Quizá deba disfrutar de lo mucho que me den, por muy corto que sea, y por mucho que lo compartan.


O quizá deba dejar de escribir ya.








Aquel típico miedo.



Un hombre que no abre su corazón, y comparte sus encantos...
más tarde o más temprano, se dará algún tropezón.
Y no querrá así en vano, aunque mil veces lo niegue,
adorar los ojos de aquella,
con el corazón mas sano.

Pero mientras pueda, y mientras quiera, alzará alto su escudo
y levantará ante él el muro,
para que nunca conozca siquiera,
lo que quiere decir "amor".