He aquí.

Este es mi blog, un pequeño sitio donde vengo de cuando en cuando a soltar ideas en forma de entradas. Siéntete libre de curiosear lo que quieras.

Diego.

Me presento.

Me llamo Diego. Me dedico a escribir de forma espontánea en este blog como vía de escape, aunque ahora se ha vuelto una forma de comunicarme con más gente de la que yo hubiera pensado.
Ahora mismo soy un estudiante más como otro cualquiera de los muchos que hay en España. No soy el mejor de los estudiantes, llevo siempre todo arrastrando y a última hora, pero acabo sobreviviendo.
Como estos estudiantes, me enfrento cada día a la incertidumbre macabra a la que nos somete la clase política.

Nuestras elecciones van dirigidas hacia el futuro que ellos fabrican. Miles de jóvenes eligen carreras que aborrecen -arriesgándose a tener una vida amargada en un trabajo que odian- a raíz de que tenga o no "salidas". Otros tantos eligen entre las que haya en su ciudad o capital más cercanas, por que no hay dinero para becas, y no siempre hay suerte. Muchas veces entre lo posible no se encuentra lo deseado, pero no queda otra. Los hay que tratan de estudiar mientras sus familias se desmoronan a causa del paro, y también los hay que soportan el dolor de ver como familiares luchan contra enfermedades cuyos fármacos suben de precio mes tras mes.

Mientras tanto, en la televisión, el panorama ha pasado de aterrador a dantesco. Al principio la gente se llevaba las manos a la cabeza con cada caso de corrupción que salía a la luz. Ya no. Visto lo visto, nadie se extraña cada vez que sale otro diferente. Todos saben el final de la historia, es más, tu sabes el final de la historia. Las sumas de dinero cada vez son más abrumadoras, y las penas de cárcel -como si de una regla de tres hijos de puta de tratase- van en declive.
Las secciones de "zapping" de noticias -donde se recogen las noticias más impactantes- no cubren otra cosa sino estos casos de corrupción, y todo el dinero que continúan aún moviendo.

Los bancos, para mí, siguen siendo esa raza superior que siempre, pase lo que pase, acaba indemne de cualquier daño. Por lo demás, poco sé. Bueno sí, que se han hecho ricos a raíz del dinero de mis padres, de mis tíos, de mis abuelos... y del resto de españoles. Pero a ningún político parece importarle.

Cuando salimos a la calle, somos violentos perroflautas que no saben lo que quieren. Dicho esto, nos pegan. Y no uno contra uno con un árbitro de por medio. Hablo de señores con casco, escudo y espada (metáfora sobre la porra) contra gente con las manos vacías. Por ahora. Cada día apetece más y más llenarlas de piedras, y empezar a poner nombres y apellidos a los culpables.

Pero pese a toda esta desgana nacional, siempre habrá algún listo que diga "Estudia, que tienes que levantar el país". No creo que podamos levantarlo, pero sinceramente aunque pudiese, no lo haría. No quiero que esos hijos de puta que ahora viven de puta madre cuando no hay apenas dinero, vivan aún mejor cuando consigamos sacarlo a flote. Quiero verlos fuera de aquí, y luego levantaremos el país. De gente honrada para gente honrada.

Es triste, pero creo que la mejor opción -como muchas otras veces- la ha tomado un buen amigo mío. Se ha ido de erasmus a Francia, y está encantado. Creo que incluso se planteaba vivir allí. Me dolería muchísimo, pero en el fondo es lo que todos deberíamos hacer. Prepararme lo mejor posible para poder coger a cuanta gente mejor y llevármela lejos de aquí. Allí donde podamos esforzarnos por algo que de veras merezca la pena. Y no por esta mierda que nos rodea.

Mejor salir del barco antes que se hunda. Aunque dicen que el Capitán siempre se queda. Pero seguro que no tendremos esa suerte, los Capitanes de este barco nacieron, viven y morirán como la mancha de hijos de puta que son.