He aquí.

Este es mi blog, un pequeño sitio donde vengo de cuando en cuando a soltar ideas en forma de entradas. Siéntete libre de curiosear lo que quieras.

Diego.

Un respiro.

Me siento junto a mi teclado y pienso. Tengo en mis oídos la epicidad impasible de las mejores bandas sonoras cinematográficas que jamás se hayan creado. Durante segundos detengo al mundo bajo el ritmo de mi aliento, que sale hoy con más fuerza que nunca, al sentir por momentos como mi cuerpo se estremece al pensar de forma intrínseca dentro de mis propios miedos.

Pisando un terreno fangoso. Y es muy jodido verte de mierda hasta el tobillo y saber de forma sobrada que más de la mitad es tuya, y el resto, de culos de hijos -y de hijas- de puta que algún día pasarán a mejor -o peor- vida. Pisando terreno fangoso con ansias y miedos, con vistas de futuro. Como la gallina que soñaba con algún día volar. Nunca supo reconocer que no era ése su destino, pero quizás, a la hora de morir, murió feliz sabiendo que jamás se podrá decir que no lo intentó.

Yo ahora pierdo mis ojos entre los edificios que me rodean, buscando un yo que sé que qué se yo. ¿Será real todo lo que veo? El tiempo hablará por ellos. Qué cojones importará todo, cuando hay gente que sueña con llegar más lejos de lo que sus brazos suelen permitirle en el día a día. Quizás hay hambre de gloria. Sed de historia. Estancado en una sociedad que nos mueve al son de su propia danza, sin saber los pasos de baile siquiera, con pasos torpes y lentos. Uno p'alante y tres p'atras. ¿Es esto lo que nos toca vivir?. El dinero, la posesión, lo material. Tener más que tu vecino y asegurarte de que éste, jamás te va a superar. Pero yo sigo mirando estrellas y buscando un hueco en ellas, como si buscase piso. Una pequeña donde vivir, y donde algún día alguien, señalar y recordarme como alguien con poco dinero, poco que dar pero demasiado que mostrar. No quiero placas de HollyWood. No quiero bellezas despampanantes.

El mirar y sentirme pequeño. Enano, minúsculo, una puta mierda. Eso me persigue. Es eso y no otras preocupaciones. Pueden matar mi corazón, que resurgirá. Pueden traicionar mi confianza, que ésta se volverá a depositar como en un acto de transacción y no de destrucción. Puede morir un ser amado, que jamás se perderá su esencia de mi cuerpo. Pero sigo mirando lejos, sigo mirando sombras fugaces que se desvanecen por días y por momentos. No sé, es una soplapollez. Son cosas que me apetece a veces echar a un lado y decir: "Ahí te pudras, quiero ser normal, no tener sueños de grandeza. Quiero conformarme con ganar dinero. Con ser uno más". Pero joder, no puedo. Me niego en rotundo a ser uno más entre millones. No conseguiré el mejor de los trabajos. Pero no seré uno más dentro del gremio que sea. Lo dije en su día: imaginación. No me basta con ser un -por ejemplo- profesor de Hispánica más, algo tengo que ofrecer. Algo voy a cambiar.

Incluso dentro de mis aficiones. No voy a escribir un blog más de los miles de millones que puedas encontrar, algo tengo que hacer, en algo tendré que innovar. No voy a hacer vídeos típicos en youtube. Algo tengo que hacer, en algo tendré que innovar. Dentro de la Lucha Libre Amateur, no soy el más fuerte, ni el más ágil, ni el más rápido. Pero algo voy a encontrar para que me respeten.

Miro de nuevo entre los bloques, no hay nada, ni una mierda. Como ayer y como mañana. Pero quién sabe, no hay que bajar los brazos. Aún queda camino por recorrer y uno no sabe qué encontrará tras la siguiente esquina, o que hará en los próximos tres años.


De nuevo.

Ojalá fuera esto una hoja "real". Me encantaría abrir esta especie de libro -tras todo este tiempo cerrado- de nuevo, sólo para volver a oler su aliento especial. Me lo imaginaré, un poco picante pero añejo a la vez. Este olor suave que te hace saber que estás en un lugar confortable. Pero que te dé un toque de olor a bizarro, a algo fuera de lo normal.

Dejando de lado el tema rinológico, hoy vengo con un par de temas en el tintero. Y es que últimamente me estoy dedicando más a leer blogs ajenos que a escribir en el mío propio, por ver a qué lo dedica cada persona. Hay de todo, como era de esperar, pero he visto mucha entrada de dos frases, una foto, un vídeo de una canción de youtube y ala, ya tenemos una entrada lista. Tócate los huevos, así tendría yo mil entradas más, y seguro que haría una al día. Cada cual tiene derecho a escribir como quiera, cuanto quiera y cuando quiera. Y eso hago yo.

Por eso me gusta hacer tantas críticas, por eso trato de cambiar aunque sea un ápice el panorama que acostumbramos a ver. Parrafadas sin sentido decoradas con un lenguaje pedante para adornar un ego con tendencias a necesitar poseer una inteligencia "superior". O decadencias amorosas un día sí y el otro también. Cierto es que yo hago eso también, pero sólo tenéis que mirar mis entradas para hacer balance sobre porcentajes en cuanto a tipos de entradas se refiere.

No me desvío más del tema. Hoy vengo con una crítica al catolicismo. A una parte de él que vive arraigada al pasado. A una parte de él que habla por todos sin tener derecho y sin tener ni puta idea de lo que sueltan por esas -no tan- santas bocas. Salen en la prensa, en las noticias, en Internet hasta incluso en la radio. El mismo mensaje a través de canales diferentes. Defendamos la familia ante los claros ataques a los que esta sociedad aberrante y antinatural la someten.

-La homosexualidad: Antinatura, no ayudan a Dios a mantener la especie (y de paso aumentar el número de cristianos en el mundo). Va contra la familia.
-Los métodos anticonceptivos: Antinatura, están asesinando vidas inocentes. Pobres espermatozoides, nadie mira ya por ellos. Los condondes atacan a la familia (y al SIDA o a cualquier ETS, pero de todos es sabido que Dios prefiere mil seguidores sifilíticos antes que diez sanos) y, por lo tanto... va contra la familia.

Podría continuar, hablando sobre abortos o más temas parecidos. Pero todos acaban a resumidas cuentas como he dicho anteriormente. Ni falta hace decir que sus "argumentos" referentes a la homosexualidad y a los métodos anticonceptivos no son más que una sarta de gilipolleces, pero lo digo por si acaso.
Y es que si pienso como ellos, no puedo evitar ver incongruencias por todos lados. Primero, ¿acaso la adopción de niños, cuyo destino es la muerte prematura, por parte de parejas homosexuales no se considera ayudar a la familia? Sé de buena tinta que los niños son las criaturas favoritas de Jesús (y de muchos curas). Partiendo de esta base, hacen una gran labor social y por supuesto que ni son antinatura ni perjudican a la familia.
Segundo, partiendo de la misma base anteriormente mencionada sobre los infantes ¿de verdad está en los planes de Dios dejar desprotegidas a esas criaturas ante posibles contagios de ETS? Recordemos que existen zonas donde estas enfermedades se suceden de forma espantosamente frecuentes, naciendo en muchos casos niños ya enfermos, marcados desde nacimiento. Me parece algo muy cruel. De nuevo se demuestra, que los métodos anticonceptivos también van a favor de la familia, y no en su contra.

Pero como colofón, para acabar. No acepto que salga un cura en la caja tonta hablando sobre qué es bueno o qué no para la familia. Sobre homosexuales, sobre condones, abortos y más familias. Señor cura, usted NUNCA en su puta vida tendrá un hijo (o esa es la idea), nunca sabrá qué implica una familia, qué necesita un niño o qué no. Yo no tengo ni idea de astro-física, por eso dejo a los señores astro-físicos en paz y no estoy detrás de ellos dándoles consejos porque ¿sabe qué? seguramente, bueno no, seguro al cien por cien, que no me harán ni puto caso. Como yo a ustedes. Como las personas racionales, sean cristianas o no. El resto de laicos que se tragan esa mierda nacieron, viven y morirán como lo que son, borregos.