[Diario de una Rata] Tercera parte

Mi vida, se centra en escribir. No puedo negarlo, es una obviedad. Quiero vivir de esto, quiero ser el capullo que vuestros hijos tengan que estudiar, pero quiero ser el capullo que vuestros hijos estudien con ganas, el capullo que enseñe y eduque, no el que obligue y oprima. 

Amo a las letras. Creo que, sin tener en cuenta mi afán por pegar las pestañas en un libro de texto, las trato bien, las cuido y las mimo, y se empujar y disparar esas silabas que hacen tanto daño, y que si nacieron para eso, yo tan solo lo reivindico.

Si las personas me atacan, sin querer o queriendo, y me hacen daño, yo me deprimo, como todos. Pero no me suicido, escribo. Escribo letras con mi sangre, mi alma y mi confianza va muriendo a medida que escribo cada vez mas. Es otro método de morir. Mas lento, mas culto, pero mas estúpido.
A veces escribo cosas que me hacen sangrar durante días, sufriendo horas y disfrutando segundos, y entonces, me doy cuenta que esto es lo mio, que soy un perro de presa enmedio de un mar de tiburones.

Y si estoy feliz, escribo. Lo declaro, lo demuestro, expreso mi felicidad con las metáforas y odas mas elocuentes que jamas habrías ni siquiera podido imaginar. Soy distinto, quizá especial, o solamente mas raro que de costumbre, pero me siento útil al hacer esto, porque la gente lee lo que escribo, porque creo que hay gente que se ve reflejada y se siente mejor, y porque sobretodo todos los que deben sentirse mal, se sienten mal cuando me leen. Eso sobre todo.

Y luego me acuesto y pienso. Me tiro en mi cama, me pongo música y me enchufo mentalmente en el mundo. Veo la mierda que me rodea, empiezo a generar nuevas ideas, ¿para que? para escribir por supuesto. Y sigo pensando, y sigo pensando. Y me vuelven los temas que ya he escrito, me vuelven los fantasmas de atrás, pero el fantasma que mas temo, es al del espejismo de unos días de ecuación mental y evasión física. Porque la felicidad se me fue por la carretera, camino a una ciudad lejana de aquí, ciudad donde la Alhambra se estira como si fuese a buscarme desde allí.

Y pensando y pensando, encontré un tema sobre el que rellenar y sentirme mejor, sin tener que soltar la parrafada de echar de menos, de caricias o de lamentos, así al menos no lo digo, aunque claro esta, si lo lees entero, quizás entiendas algo de contexto...