He aquí.

Este es mi blog, un pequeño sitio donde vengo de cuando en cuando a soltar ideas en forma de entradas. Siéntete libre de curiosear lo que quieras.

Diego.

Support.

"Support: Dícese de aquella persona encargada de mantener u preservar algo o alguien."

Hacía días que no escribía en el blog. Constantes ideas mezquinas me abruman con el paso del tiempo, bloqueandome. Tan constantes que no me permiten pensar con firmeza, causantes entonces del desdén temporáneo de este pequeño rincón dentro del basto mar del Internet.
Suerte de tener ayuda en este arduo camino que es vivir. Apoyo incondicional de personas que sin siquiera saber aún muy bien el por qué, me ceden todo el apoyo que pueda llegar a necesitar.
Como si de alguien importante para ellos me tratara.

Sobran las menciones.

No obstante, la pequeña dedicatoria, o quizás sección que quiero demacar aparte de lo anterior es sobre ti. Independientemente de lo absurdamente inmenso que suene expresarse hacia una segunda persona anónima, la conexión establecía entre nuestros corazones nos ha hecho saber desde qué momento hablaba de ella, y desde cuál no. Efectivamente, esto, por efímero que pueda llegar a ser va por ti, va por usted.

De usted le llamo pues la persona que es capaz de llegar dentro de mí a zonas que daba ya por inhabitables. Dicen que el miedo es un sentimiento tan humano como el amar. Aunque si el miedo se ve acompañado de tu compañía se torna inocente broma del destino, fácil de extirpar.
No siempre logro que mis palabras acaricien tu pecho, es muy difícil transmitirte la sensación de besar tu vientre, de acariciar tus muñecas o de mirarte las pequeñas motas amarillas que tienes en esos ojos preciosos, a conjunto con el resto de tu ser.

De usted le llamo y de usted me despido.


Indiferencia ante su existencia.

Parece ser, que ha habido una entrada que ha suscitado ciertas connotaciones equívocas. Dicha entrada trata sobre los malos años que muchas personas me hicieron pasar en un antiguo colegio mío. En dicha entrada -de forma errónea- hago mención directa incluyendo nombres y apellidos de las personas que posiblemente me hicieron más daño.

Pero esa entrada no sólo incluye texto. Esa entrada incluye el dolor de años, el sufrimiento aguantado, las lágrimas contenidas. En mitad de ese tornado de sentimientos, me dejé llevar, diciendo algo parecído a "os mataría". Sinceramente, me arrepiento de haber pensado siquiera en ello, pues el odio no es más que otra muestra más de importancia hacia una persona. Y no es el caso de las personas mencionadas. De ningún modo. Tengo mejores cosas que hacer que perder mi tiempo en cualquier acto o pensamiento que requiera su presencia. En resumidas cuentas: "Indiferencia ante su existencia".

De esta entrada ha transcurrido ya aprox. unos dos años. Si he visto a estos chicos no lo recuerdo. Salvo a un par, los cuales me pidieron perdón públicamente y actualmente son amigos míos, compañeros de cervezas y buenos momentos. Pero por desgracia, no todas las personas son así.

No estoy pidiendo perdón. Ni lo voy a hacer jamás. Pero quizás hay gente que hubiera preferido verme llorando, o quizás suicidado -¿nadie conoce casos de suicidio por acoso escolar?- antes que siquiera decir nada, sobre cualquiera de los implicados en aquellos años de tortura.

Violencia ante tu intransigencia.

El mundo es devenir, las ideas nacen, crecen, se reproducen y nunca llegan a morir por que siempre habrá nuevas mentes que retomen las ideas que ya nacieron años atrás. Un ciclo interminable que nos da todo tipo de nuevos conceptos jamás imaginados. Pero siempre existirán mentes arcaicas que querrán extinguir el más mínimo ápice de originalidad.

Después de esta breve introducción generalizada, ahora voy a centrar mi idea, voy a focalizar las mentes intransigentes de las que quiero tratar. Podrían ser mentes políticas, mentes sociales, mentes éticas... De esas mentes hablaré más adelante -si es que no he hablado ya- y ahora me centaré en una, un poco distinta: la mente musical.

La música es posiblemente uno de los mejores inventos que jamás haya tenido la mente humana. Es la respuesta a muchas preguntas. Nos une de una manera incomprensible en mística unión cuando los altavoces la proyectan a una masa enloquecida en mitad de un concierto multitudinario.
Y como muchos otros temas de este mundo, el tiempo vuelve a ser factor clave de la variación del estado o del contenido de ésta. Lo cual puede ser una degeneración hacia una calamidad, o simplemente el nacimiento de un concepto distinto.

En el contexto musical, el devenir se puede ver traducido en el nacimiento de nuevos estilos. Pero establezcamos un límite. ESTO no es lo que yo quiero explicar, en cuanto a novedades musicales. Eso es mas bien una muestra explícita de inteligencia colectiva.
Yo me estoy refiriendo a algo más bien parecido a ESTO.

Skindred es un grupo que se autodenomina a sí mismo como un grupo que toca "Reggae-Metal". La definición a priori no nos dice mucho. Es más, la imagen sonora que nos acude a la mente puede llegar a ser incluso bizarra. Pero párate a escuchar. Desbloquea los estereotipos utópicos unidos a ambos estilos musicales. Me gusta la música. Y este grupo es un claro grito en toda la cara de los seguidores intransigentes de AMBOS géneros.

Como especial seguidor del Metal, me decepciona profundamente la gente que critique a grupos como Skindred por salirse tanto del molde -que fue un molde cojonudo- que marcaron en su época Black Sabbath, Judas Priest, Rainbow u otros grandes clásicos. Y si tú eres así, y aun así defiendes ideales de libertad, que sepas que no me queda más remedio que mostrar violencia ante tu intransigencia.

Los años no justifican nada.

El refranero popular español destaca por ser uno de los más ricos y cultivados del planeta, se podría decir, que tenemos frases para todo tipo de situaciones. Es más, yo me considero persona acodada en muchísimas de estas frases.

No obstante, la soberbia humana florece en los vestigios de gloria que antaño -y quizás divago- creó fantasmas de poder. Y parece mentira que existan tantos y tan buenos refranes. Aunque ahora que releo lo poco que he escrito hasta ahora, atisbo que el devenir de mis palabras se vuelve vacuo a cada paso que doy. Como dice el refranero -que me viene al dedillo- iré al grano.

El pasado sábado me sucedió un desagradable hecho que provocó una reacción en cadena que desembocó en la idea para una nueva entrada de este blog. Voy a intentar hacer memoria de qué ocurrió exactamente, pues la noche me confunde, como dice un gran "sabio".

"Serían las tres de la mañana, quizá las cuatro. El alcohol corría por la barra mientras yo, sentado en una mesa de un rincón con Jose, Fernando, JL y Luis, disfrutaba de la compañía mientras tomábamos unas cervezas y comíamos aceitunas por doquier. Todo iba realmente bien. Hasta que en una de mis visitas a la barra para reanudar otra ronda, me topé con el. Al lado mía había un tipo de unos cuarenta años de edad, enrollándose con una mujer de su misma quinta. Este energúmeno se giró hacia mí y ni corto ni perezoso empezó a gritarme, asegurando que le estaba molestando y que me sentara ya. La pantomima acabó con la frase de "Venga, ponle un biberón al crio"..."


Como hecho aislado, no deja de ser más que un puto borracho de mierda, que pese a tener mas años que Matusalén aún no ha aprendido a controlarse siquiera cuando se emborracha. Alzo mi biberón y brindo por su absoluta brillantez, que se yergue sobre nuestras cabezas, como si de su propio falo vitaminado con viagra se tratase. Aunque posiblemente esto a usted se la traiga floja.

En cambio, como idea aislada es mucho mas fructífero que el memo de antes. Y es que la soberbia de la edad, es algo que nos afecta a todos. Todos hemos sufrido a gente que se han dado aires de grandeza por el simple hecho de llevar mas años que tú sobre la Tierra. En resumen. Vienes con aires de grandeza sólo por que tus padres decidieron follar antes que los míos. Absurdo.

Por suerte tengo amigos más pequeños y más mayores que yo. Y puedo asegurar que a ninguno le importa en qué año haya nacido yo. De hecho, a mí tampoco me importa cuando hayan nacido ellos. No es algo que me importe.

Me da igual que el diablo sepa más por viejo que por diablo. El respeto y la humildad no entiende de edades, razas o sexos. Un humano prepotente no es más que una cagarruta universal creyéndose alguien.

Vive, y deja vivir.

Hoy no lo sabes.

Pero algún día volverás la vista atrás y sabrás a la perfección todas las calamidades que tuviste que ver. Y ya no es solamente ver, sino sufrir, sentir... aunque diremos en tu defensa que en un principio no eras consciente de lo que te vendían. Embaucado vivías bajo los engaños del maestro de marionetas.

Tu personalidad quedó sepultada bajo las órdenes de una autoridad cuya fuente de energía aún se desconoce, nadie sabe porqué, pero se le otorgó dicha potestad. No importa el origen, importa el final de dicho estatus. ¿Hasta dónde llegará? Nadie lo sabe. Nadie es capaz de imaginar hasta qué punto se puede ser capaz de idolatrar a una persona.

Posiblemente el desorden acabará por apoderarse de todos y por desfragmentar el paupérrimo edificio que se creó. Lo más triste es que hubo gente como tú, que creyó desde el principio -y reiteradas veces- en la solidez de dicha construcción. En los buenos sentimientos que quizás hubo en un pasado idílico. "Tiempos pasados fueron mejores". Rebota esa idea en tu cabeza durante horas. Aunque la única realidad palpable es que día tras día las pruebas se vuelven más obvias. Hora de evacuar el edificio. Se quema por dentro. Los disturbios creados por los saqueadores hacen que los cimientos empiecen a tambalearse.

Mientras tanto, quedan individuos dispuestos a vender el edificio como la mejor de las comunidades. Como si no existieran las falacias. Puñaladas, mentiras, risas.... un círculo vicioso del que jamás podrás salir. Tú lo has logrado, pero a qué precio. Tu mundo tuviste que destruir para alcanzar lo que ellos mismos calificaron como "utópico estado". No te dejaron marchar. Jamás comprendieron la situación.

No buscabas la perfección, no querías vivir en el mas sibarita de los ambientes. Simplemente pensabas que aquello, jamás estuvo hecho para ti, de lo contrario, había devenido en la mayor mierda jamás cagada por el culo de la moral.

Nada más lejos de la realidad.