Se os ve por las calles paseando con vuestro nuevo perro. Irá exactamente a donde queráis. No es mas que otro desesperado en vuestras manos. Seguramente juguéis con él, hasta que acabe destrozado. Pero él tiene cura. Encontrará una persona que sepa quererlo. Pero ustedes no encontraréis nunca a nadie. No tenéis cura, atraéis por fuera, nunca por dentro.
Y os engañáis.

Lloráis por los rincones cuando no os ven. Sabéis el camino que estáis siguiendo, y sabéis como podéis acabar. Os duele ver como vuestras víctimas hacen de su vida algo mejor, porque ya no pierden su amor con ustedes. No hay caricias al vacío, no tocan cuerpos abruptos de mentes inertes.
Ahora viven en un mundo real, creado con lágrima, sudor y esfuerzo.
¿Quién os queda?
Pobres, pobres muñequitas...
Estás mejorando bastante en tu expresión, me ha gustado bastante (:
ResponderEliminar