He aquí.

Este es mi blog, un pequeño sitio donde vengo de cuando en cuando a soltar ideas en forma de entradas. Siéntete libre de curiosear lo que quieras.

Diego.

¡Cuando los demonios se alcen!

[Baila mientras lees.]

El olor a la carne desnuda que emanan las pieles más lujuriosas son el atrayente de toda clase de buitres carroñeros que esperan las sobras que deje el cazador más feroz del salvaje mundo nocturno.

Me retuerzo en mis cenizas, naciendo como un nuevo Demonio formado de las ascuas del infierno más ardiente y dolido que ningún mortal jamás hubiérase imaginado. Alzo la mirada y sólo quedan llamas, más y más llamas. Pequeños senderos con bonitos paisajes se abren a medida que avanzo, pero no existen para mí, es la hora de que los Demonios vuelvan a renacer, no quedan pasajes agradables.

No quedan sentimientos, sólo quedan dientes clavándose en la piel, con la sangre de todos los placeres que tu mente jamás supo que existía. Hasta el día que se topó con los pies de aquél Demonio.Nunca supiste reconocerlo, no sabías que aquél Demonio era el triste humano de ayer. Había pactado con Satán, vendió su alma al más bajo de los precios, con los poderes del Diabólico ser, se coló hasta tu cama, pero tú no lo evitabas. Porque en el fondo, era lo que deseabas. Que los ardores de temeridades hicieran llorar desde la espalda hasta el culo.

El Demonio sabía que en el fondo, no sería poderoso para siempre, sabía que todo se acabaría, pero nunca quiso saber cuándo. Porque en el fondo, la debilidad humana afloraba en su corazón, aunque por sus venas corría la sangre como si un volcán fuese, y estaba deseoso de emanar.

Es la hora de despertar como Demonio, dadme la mano oh siervas de la noche, que hoy el cielo arderá, sea el que sea quien reproche.

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