He aquí.

Este es mi blog, un pequeño sitio donde vengo de cuando en cuando a soltar ideas en forma de entradas. Siéntete libre de curiosear lo que quieras.

Diego.

Quizá ya no haya ninguna cura.

[Música de ambiente]
Siempre me encantó decir la de jugarretas que la vida me había jugado, para demostrar de un modo infantil, lo "maduro" que soy, que fui o que seré.
Siempre me consideré un tipo totalmente alejado de las urticantes heridas de los malos momentos, alguien que con el mero hecho de haber pasado lo pasado, y seguir vivo, mirando hacia delante; le es suficiente cómo para creerse alguien.

Pero llegó la hora de rendirle cuentas al pasado. De pensar qué me ha pasado, y qué me pasará. De dejarlo atrás, de echarlo a un lado. Así nunca podré confiar, pensar, querer y amar... de nuevo. Así tendré miedo a una mano desconocida que me brinda de su copa que es la vida, un trago de esperanza. Y entonces la esperanza se convertirá en traición, y caerán sobre mí las duras losas de agonía pura.

No me quedan ganas ni apenas de pensar, prefiero vivir y dejar que todo se mueva a su ritmo, que es el apropiado.

No sé si preferiría estar contigo o sin ti.

Quizá el temor al dolor, me aleje de tu cintura...

Quizá...

Quizá ya no haya ninguna cura.

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