He aquí.

Este es mi blog, un pequeño sitio donde vengo de cuando en cuando a soltar ideas en forma de entradas. Siéntete libre de curiosear lo que quieras.

Diego.

Diario de una Rata [Parte 4]


Porque si miro para atrás, las sales de los momentos tan dulces, se meten en mis ojos y me hacen llorar. Así que prefiero cerrarlos, mirar hacia donde el sol empieza a salir de nuevo, que todos tenemos el cuchillo que complemente a nuestro tenedor, que nos cortan la carne que algunos soportamos. Y lo que nos duele, es que hay veces, que se come el filete, el que ni pincha, ni corta.
Así que me vuelvo a asomar a la ventana, donde la avenida luce de noche solitaria, pero ahora me parece bonita, ahora me recuerda a mis paseos de risas y sonrisas con las personas que supieron clavarme los sentimientos en las heridas de tus mentiras.
Que donde antes hubo desgracia, ahora reine la cordura. Que donde antes estabas tú, ahora esté yo. Por testigo quedan los recuerdos, de que he olvidado los motivos de cómo pude quererte. Ahora me quedan las cicatrices, de las múltiples batallas que gané por ti, para que así la derrota de tus sentidos, fuese acorde con la de mi felicidad.

Agua pasada. El riachuelo que avanza, dejando los sedimentos. El corazón que se da por rendido, queriendo venderse en las rebajas, a precio de ocasión. Pero se esconde entre la ropa sucia, en las bragas de las viejas, en los calcetines de los hombretones, para que haya que buscarlo, que sólo lo encuentre quien de veras lo quiera.

Este verano feliz, te lo dedico. Y no, no te alegres, porque si fue el verano feliz, no fue gracias a tus mentiras, a tus tonterías, a tus engaños, a tus caricias, a tu cara bonita, a tu cuerpo de pecado, a tu mente de mantis religiosa. 

Fue gracias a mis ganas de vivir.


No hay comentarios:

Publicar un comentario