He aquí.

Este es mi blog, un pequeño sitio donde vengo de cuando en cuando a soltar ideas en forma de entradas. Siéntete libre de curiosear lo que quieras.

Diego.

No siempre oigo cosas bonitas.

Hoy quiero hablar sobre una experiencia desagradable y agradable que viví hace poco con un amigo mío.

Al parecer llevaba unos meses descontento con mi comportamiento con respecto a varios asuntos o temas, y acudió a mí personalmente para discutir cara a cara, como personas adultas, los problemas que estaban surgiendo.

Realmente fue duro, porque fue sincero y todos sabemos que las verdades duelen. Reconocí mis errores y él algunas acusaciones un tanto exageradas o fuera de tono. Pero lo mejor no fue el modo de tratarlo todo, lo mejor es que luego, quedamos junto con otro buen amigo, que en efecto me confirmó que él pensaba lo mismo sobre mi comportamiento con algunas cosas. Y ahora, nos llevamos igual que siempre, como hace un par de meses, o incluso hasta mejor.

Hay personas que creen que mis amigos no hacen más que dedicarme cumplidos, pero yo hace poco estuve a poco de empeorar la amistad con dos grandes amigos de no haber reconocido mis errores. 

Eso me enseñó, que lo que ellos hacen cuando me critican y lo hablamos, no es más que por mi bien y por el de nuestra relación. En cambio cuando otras personas me critican de forma ruin, mezquina y cobarde, no es más que para sentirse bien viéndose pisándome, o estando sobre mí.

He ganado humildad, tendré que prestar un poco a más de un@.

3 comentarios:

  1. No estoy seguro de que hayas ganado mucha humildad,si aun eres capaz de pensar que tienes mas que los demas.Si no quieres que los anonimos sigan "atacandote",deja de mentarlos,si no,caes en la cobardia del tirano,atacar sin posibilidad de responder.

    En cualquier caso,me alegro de que consigas arreglar las cosas con un amigo,eso siempre es bueno.

    Un saludo.

    ResponderEliminar
  2. El problema esque ya parece que los nombro siempre cuando no es así, porque no me refería a comentarios anónimos de un blog, sino comentarios traicioneros -en la vida real- por la espalda.

    ResponderEliminar
  3. Perdona que venga ahora, pero ese último comentario mío ha sido lo que se conoce en Cádiz como "un guantaso sin mano". Lo digo.

    ResponderEliminar