He aquí.

Este es mi blog, un pequeño sitio donde vengo de cuando en cuando a soltar ideas en forma de entradas. Siéntete libre de curiosear lo que quieras.

Diego.

Máscaras y cuerdas.

Cada uno tiene sus aficiones, y allá cada cual con lo que gasta su tiempo. 

Unos van al gimnasio, otros juegan a fútbol y no tantos se dedican al cultivo de la patata en zonas de secano. En fin, existen muchas formas de emplear tu tiempo, y seguro que todos se sientan en parte orgullosos por lo que hacen, o dejan de hacer.

Yo sólamente vengo a hablar de mi afición, un tanto extraña en este país, pero que merece el mismo respeto que las demás -o incluso más, por todas las vejaciones que han pasado-, en efecto, estoy hablando de la lucha libre o Wrestling. Quizás pocos sepan que es eso, simplemente os diré que uséis Google. Otros crean que es una tontería, pues es teatro. Lo cual es estúpido, porque tu no eliges tus aficiones. Ya puestos, juegas al fútbol y no eres Messi, tocas la guitarra y no eres Jimmy Hendrix.

El Wrestling es otra vida. No soy yo, es Khaín. Cuando me pongo la máscara, no soy Diego, veo como Khaín, pienso como Khaín o incluso me comporto como Khaín. Adopto su pensamiento, que no es más que un pedazo de mi mente que no saco a relucir con exceso. El rencoroso, vengativo, tramposo, embustero, sádico y frío. 

Estamos teniendo problemas, pues el Ayuntamiento de Cádiz no nos dá dinero para un escenario estándar, por lo cual tenemos que salir de la ciudad a buscar nuevos sitios, donde de veras quieran apostar por un entretenimiento alternativo. Luego vienen otras ligas españolas, y dirán que realmente el hecho de vivir en Cádiz o ellos, en Barcelona, es totalmente independiente y no afecta en nada. A la vista está, señores lumbreras, que no tienen ni el más mínimo ápice de razón.
Pero en fin, parece que otros ayuntamientos nos miran con buenos ojos, y eso hace que te hinches como un pollo, pues te llena de orgullo y además, te hace mirar al futuro con muchísma ilusión.


No puedo esperar a salir a pelear. Los minutos previos al combate, donde los luchadores no somos rivales sino compañeros. Donde nos deseamos suerte, donde tu corazón palpita a mil mientras suena tu canción. "Vamos Diego, es hora de darlo todo" pensaré. Me asusta pero me encanta pelear, me asusta porque meta la pata y chafe el combate, pero me encanta porque ya sé como va todo, y me sé mover, y sé como improvisar. Me siento seguro de mí mismo, y espero que entre mi confianza y la de mis compañeros, todos logremos hacer un espectaculo genial. ¡Y ojo, quizás de aqui a unos años, vamos a tu ciudad!

 http://ntweoficial.blogspot.com/

 
 

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