He aquí.

Este es mi blog, un pequeño sitio donde vengo de cuando en cuando a soltar ideas en forma de entradas. Siéntete libre de curiosear lo que quieras.

Diego.

Nada

Constantemente estoy dando gracias por lo que tengo. Agradeciendo los regalos, o las personas que acuden a mi vida para hacerla menos dura de llevar. Encuentro en una sonrisa dedicada un paraíso, y en un beso, ¡ay que encuentro en un beso!

Un secreto de un amigo es un tesoro por el que velar, y un amigo alguien por quien pelear. Supongo que esto es así para todos y cada uno de los humanos que pisan este mundo, pero realmente llevo un tiempo pensando que en mi caso, por ser un poco egoísta y hablar de mí en mi blog, agradezco tanto lo que tengo por saber que no lo merezco.

¿Por qué miro hacia atrás y sólo veo errores? Fallos, tropiezos. Nada bueno que recoger, sólo lo que otras personas me dan, para nada de lo que yo mismo cosecho en mi vida es digno de comerse. Son frutos pútridos y malolientes...

Me siento rendido. Que haga lo que haga nada va a cambiar, seguiré siendo un fracasado, un desterrado. Desilusionado, arrepentido. Es como si llevase encima un cúmulo de errores que no para de crecer, y que amenaza con aplastarme. Me estoy empezando a asfixiar, sólo veo negativas allá donde miro. Aunque haya una caricia, busco el arañazo, aunque haya un abrazo, vigilo la puñalada, aunque haya dinero, visualizo la muerte.

No me siento depresivo. Me siento indiferente, como si todo actuara alrededor de mí, pero sin relacionarse conmigo. Como un hombre quieto en una inmensa masa de gente que se mueve como si fueran hormigas. Que paren el mundo... que quiero subirme, que me dejaron en alguna parada perdido y ahora no sé cómo ir a mi destino, o cómo regresar a mi hogar.

Pero si tengo que elegir un objeto que ser, elegiré piedra, para entorpecer el camino, o servir como arma a algún amigo, para hacer caer a algunos de sus enemigos.

Un simple mueble más de tu cuarto, eso soy. Que te mira y se sabe tu vida mejor, que cualquiera de esos tíos que metes en tu cama.

No hay comentarios:

Publicar un comentario