He aquí.

Este es mi blog, un pequeño sitio donde vengo de cuando en cuando a soltar ideas en forma de entradas. Siéntete libre de curiosear lo que quieras.

Diego.

Diario de una rata. [Vuelvo de nuevo]

De aquí a unos meses mi vida puede y va a cambiar. Va a dar un giro inesperado quebrando cualquier tipo de seguidor que fuera tras mis pies.

El tiempo avanza, pequeñas muertes suceden cada segundo, pero en ocasiones surgen muertes mayores, grandes pérdidas, grandes ganancias, grandes miedos. Sigo siendo un niño, por más que trate de engañarme o de engañaros con palabrería de sabio y golpes de pecho de hombre, en el fondo me miro y sigo viendo aquél chico de 15 años, ingenuo y despreocupado. Y me temo el batacazo.

Me temo que tendré que elegir un futuro para mí. Todos lo hacen, cada cuál según sus propios intereses, pero yo no, mis intereses se ven truncados. No puedo intentar seguir si sé lo que me espera, quiero alargar el final todo lo que pueda, quizás la situación mejore. Quizás así mi padre consiga algo de dinero para costearme la carrera que quiero, porque imbécil de mí, no se me ocurre estudiar ninguna de aquí.

¿Y servirá?¿me comeré los mocos?¿ganaré una miseria?... 

¿Y mis amigos? Dónde irán, qué sera de ellos, qué será de mí. No necesito estudiar una carrera, losé, pero si mi vida gira en torno al comportamiento humano, quiero estudiar eso, quiero saber porqué aquel mata, quiero saber porqué amas, quiero saber como selecciones tus principios, quiero compararlos con otros, buscar el valor real de las cosas, salir de la cueva, entender mejor a las personas, quizá sólo así consiga salvar a alguien.

No quiero crecer, quiero volver a tener 12 años. Cuando mis videojuegos eran mi vida, las princesas por las que tenía que calentarme la cabeza valoraban mas que matase tortugas antes que le comprase una caja de bombones, donde los amigos eran compañeros de peleas y si te traicionaban era para luego derrocar al jefe final en un final de juego apoteósico. Donde siempre que quería apagaba y vámonos. Donde correr era el modo mas rápido de sentirse vivo y libre. Donde una chica entre dos amigos sólo era una molestia más. Donde compartíamos los juguetes sin importarte quien fuera, donde no conocías el miedo, pues Papá y Mamá siempre eran tus guardianes.

Todos soñamos con hacernos adultos, con nuestra independencia, nuestras normas y nuestras formas de vivir. Pero yo empiezo a entender aquello que llaman vejez. Se muere una parte de mí, y nacerá otra.

La voy a echar de menos.

Pero ahora no me queda más remedio que sacar cojones e intentar soportar todos los balazos que vienen encima, nadie los parará, quizás compañeros te agarren los brazos y te ayuden a mantenerte, a no caerte, pero el que dará el paso hacia delante serás tú.

Matando algo de tu niñez, y naciendo algo del hombre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario