El tema que comento hoy es tan antiguo como actual al mismo tiempo. Antiguo, pues la prostitución está considerado como el oficio más antiguo de todos. Actual, porque estamos ante una campaña bastante "agresiva" contra todo aquello que mencione esta palabra. Y esto afecta tanto a prostitutas, como a proxenetas o "consumidores".
Bajo una -a priori- preciosa y correctísima moral que defiende la igualdad, y nos plantea el problema de las vejaciones y humillaciones a las que se ven vistas estas mujeres, se esconde un arma de doble filo, que no acaba de salir a la luz.
Cierto es, que hay muchas mujeres en condiciones precarias, por lugares extremadamente públicos y a horas indecentes, que -coaccionadas por numerosas mafias- venden su cuerpo por tres duros que en su mayoría, no serán para ella. No vamos a entrar en la gran duda: ¿por qué no dan caza a estas numerosas mafias en vez de perseguir a un señor cuarentón gilipollas? porque si entramos, vamos a tardar muchísimo en salir.
No obstante, si quiero entrar en otro tema, una especie de súpermundo dentro de las prostitutas, que son, las prostitutas de lujo. Venden su cuerpo, al igual que el resto. Pero existen dos diferencias:
- Cobran mil veces más.
- Lo hacen por gusto. Por el gusto que les da el dinero, vamos.
Seguramente los propios que multen, sean tan culpables como el resto. Pero de nuevo, habiendo mucho dinero de por medio, hay a la vez mucho silencio.
Un saludo a todos.
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