He aquí.

Este es mi blog, un pequeño sitio donde vengo de cuando en cuando a soltar ideas en forma de entradas. Siéntete libre de curiosear lo que quieras.

Diego.

Déjate de felicidades.

Dentro de un par de días, será 25 de Septiembre. Ese día podríamos celebrar acontecimientos históricos de mediana importancia -según tus gustos- como por ejemplo, el nacimiento de Yoshimitsu, de Scottie Pippen o de Matías Pavoni. Sin embargo, las coincidencias no paran aquí, pues resulta que tal día de hace ya 21 años, el que nació fue el mismo que ahora les escribe los males y buenos que arremeten cada uno de los días que constan estos últimos años.

A priori puedo predecir casi con efectividad robótica que sucederá, y que no en dicho día. Será un día como otro cualquiera, de hecho, si me preguntan por lo hecho en mi pasado aniversario, no tengo la más jodida idea. Sería otro día más. Otra noche más. Pero no es algo que me abrume, o atormente, de hecho estoy más que acostumbrado a -desde pequeño- tener cumpleaños sólo con mis familiares, o a veces, sólo con mis padres. No obstante, sí que hay algo que me molesta de forma encarecida. Y son esas personas, que realmente no les importo -ni me importan- una santa mierda, pero ellos acuden a su red social de turno -ya sea facebook, tuenti...- para dejarte un comentario que pocas veces va más allá de un "¡Felicidades tío!".

Farsa. Todo una farsa. No quiero vuestra compasión, de hecho, no respeto vuestra creencia de tener que felicitar a toda persona que cumple años UN DÍA AL AÑO, para después empezar a atacar punto por punto de la vida del susodicho, EL RESTO DE DÍAS DEL AÑO. Algo está sucediendo aquí. Parece como si una plaga de hipocresía descansara sobre nuestras cabezas. Picando como insectos en agosto sobre las cabecitas huecas de los -a menudo- más "maduros y conscientes", según -qué casualidad- ellos mismos.

Para todos aquellos que se pregunten ahora mismo, si yo, siguiendo el ritmo de mi entrada, "felicito" de esta manera. No. Sólo felicito a quien de veras se lo deseo. Y ojalá más de un@ empiece a darse cuenta de que felicitar a quien sea, por lo que sea, no te hace ser mejor persona.

El día 25, tomaré medidas contra esto. 

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