No puedo evitar soltar una lágrima cuando escucho esta canción:
Por muchos males que tenga, por mil veces que me rompan el corazón, por
diez mil que quemen mi alma... No tiene sentido pararse a sufrir. El
dolor, es inevitable. El sufrimiento, es una opción. La vida es
demasiado fugaz como para detenerse a castigarse a sí mismo, y quizás lo
sea incluso, para disfrutar.
Todos nos iremos. Y no dejaremos
unas últimas palabras, porque lo que hoy leemos, pensamos, o hacemos...
no tendrá apenas peso en el enorme periplo, que es la vida.
Esta noche, alzaré mi copa en honor de aquellos y aquellas, que
dedicaron con o sin intención, parte de su tiempo, en provocarme dolor.
Alzaré mi copa por todos aquellos, que gracias a estos anteriores,
pudieron demostrarme que merecen la pena y mucho más de lo que yo, jamás
podre ofrecer.
En resumen, alzo la copa, pensando, diciéndolo...
"A tout MON monde"
No hay comentarios:
Publicar un comentario