He aquí.

Este es mi blog, un pequeño sitio donde vengo de cuando en cuando a soltar ideas en forma de entradas. Siéntete libre de curiosear lo que quieras.

Diego.

¡No me mires el escote, cochino!

Defiendo la libertad por encima de cualquier sexo, no me importa qué tenga entre las piernas, sólo quiero saber si su situación es injusta o no. Y es que aquella frase que dice: "La libertad de uno, acaba donde empieza la de otro" es totalmente aplicable a el caso que quiero tratar, y posiblemente cree confrontaciones, pero no me importa en absoluto.

Volviendo a la libertad, argumentaré lo siguiente. Tan libre eres tú de ponerte el escotazo que quieras, como yo de mirar, incluso si apetece, decir algo. Pero eso no me da ningún derecho siquiera a rozarte. Muchas dirán que soy un cerdo, machista e insensible, pero me reitero. No soy un chico dado a decir nada a una desconocida -bueno, acercarme a ella para hablar sí- aunque sí que suelo dejar alguna mirada despistada en algún sitio indecente.

Sigo pensando que algún día, saldré a la calle con un pantalón que me marque el paquete a más no poder. Y contaré las hembras que lo miran, porque van a mirarlo -no por ser MI paquete, sino por ser UN paquete- y acto seguido, perder cualquier tipo de derecho a tildar o tachar de cerdo, a alguien que posiblemente no lo sea... o no tanto como algunas creen.

No hay comentarios:

Publicar un comentario