"Maneras de perder tu encanto personal, si alguna vez existió" (Un espontáneo prodigioso)

A todos nos resultará familiar la frase “si estabamos bien, pero hace unos días que no se nada de ella”. La mayoría de las veces es por algo que hemos dicho, y si además unimos a la ecuación el alcohol incrementamos en un 300% las probabilidades de meter la pata.
Una de las frases con las que invitamos a la huída de nustras julietas es “tengo ganas de volver a verte”. Esta cientificamente comprobado que esta frase consigue el objetivo totalmente opuesto. Otra que tiene bastante éxito entre los solteros (que por eso siguen siéndolo) es “¿qué haces mañana?”. En ese momento ella piensa que mañana intentará estar no localizable o con el movil sin volumen.


Existe otra posibilidad, que es que ella no esta con nosotros de copas. Eso agrava aún más el tema, por desgracia podemos trasladarle nuestras ganas de que sepa de que estamos pensando en ella. No se por qué aún pensamos que eso es romántico o que les gustará el detalle. Pero lo que nunca falla es el amigo que, con toda su buena intención, te dice “envíaselo, pero no seas muy ñoño”, que traducido a un romeo ubriaco te dará carta blanca a ser todo lo empalagoso que se te ocurra. Una cosa muy importante en estos casos es mantenerte lejos del movil. Si te has saltado este primer paso, ya corres peligro. Debes recordar que por muy bonita que quede esa frase en tu cabeza, al dia siguiente la verás y te avergonzarás de tí mismo. Y tú que te habias creído un nuevo Neruda, creando esa frase en la que había alguna broma intima “disimulada”... Reconócelo, no eres poeta, sólo un borracho pensando en una piba.


A veces preferimos enviarle un correo electrónico, cosa que a la larga es aún peor. Enviarle un mensaje al movil aún tiene excusa, estabas solo de camino a casa y lo hiciste para amenizarte el viaje. Pero conectarte a internet sólo para eso... mal, muy mal.

Espero que todos hayan notado que este texto, efectivamente, no es mío. Por si alguien no se ha dado cuenta todavía, desmotrando así lo mucho que me lee, lo he puesto en una fuente diferente, para hacer así la comprensión mucho más sencilla.

Es un texto, de un amigo mío -Jorge- el cual conocí hará ya año y pico, en lo que viene  a ser nuestro hábitat natural. Los bares. Hemos hablado sobre mujeres, filosofía, literatura, sexo, música, más mujeres... y todo esto, con algo en común, un cubata en la mano. Y con un buen rollito que ya quisiera más de uno/a. El caso es que hoy, cumple años, no diré cuantos... eso no importa una mierda.

Cada año que cumples se te resta. Sigues siendo aquél chaval que conocí, con tus tonterías y yo con las mías. Pero seguimos dándonos las buenas tardes al vernos, esbozando una sonrisa porque ves alguien que te agrada... y bueno, por delante nos quedan aún mil y una borracheras, con lo mismo de siempre sí, pero... ¿y qué? Cuando la monotonía se hace en buena compañía, el resto acaba por soplártela.

Feliz cumpleaños enano.