He aquí.

Este es mi blog, un pequeño sitio donde vengo de cuando en cuando a soltar ideas en forma de entradas. Siéntete libre de curiosear lo que quieras.

Diego.

Hoy no lo sabes.

Pero algún día volverás la vista atrás y sabrás a la perfección todas las calamidades que tuviste que ver. Y ya no es solamente ver, sino sufrir, sentir... aunque diremos en tu defensa que en un principio no eras consciente de lo que te vendían. Embaucado vivías bajo los engaños del maestro de marionetas.

Tu personalidad quedó sepultada bajo las órdenes de una autoridad cuya fuente de energía aún se desconoce, nadie sabe porqué, pero se le otorgó dicha potestad. No importa el origen, importa el final de dicho estatus. ¿Hasta dónde llegará? Nadie lo sabe. Nadie es capaz de imaginar hasta qué punto se puede ser capaz de idolatrar a una persona.

Posiblemente el desorden acabará por apoderarse de todos y por desfragmentar el paupérrimo edificio que se creó. Lo más triste es que hubo gente como tú, que creyó desde el principio -y reiteradas veces- en la solidez de dicha construcción. En los buenos sentimientos que quizás hubo en un pasado idílico. "Tiempos pasados fueron mejores". Rebota esa idea en tu cabeza durante horas. Aunque la única realidad palpable es que día tras día las pruebas se vuelven más obvias. Hora de evacuar el edificio. Se quema por dentro. Los disturbios creados por los saqueadores hacen que los cimientos empiecen a tambalearse.

Mientras tanto, quedan individuos dispuestos a vender el edificio como la mejor de las comunidades. Como si no existieran las falacias. Puñaladas, mentiras, risas.... un círculo vicioso del que jamás podrás salir. Tú lo has logrado, pero a qué precio. Tu mundo tuviste que destruir para alcanzar lo que ellos mismos calificaron como "utópico estado". No te dejaron marchar. Jamás comprendieron la situación.

No buscabas la perfección, no querías vivir en el mas sibarita de los ambientes. Simplemente pensabas que aquello, jamás estuvo hecho para ti, de lo contrario, había devenido en la mayor mierda jamás cagada por el culo de la moral.

Nada más lejos de la realidad.

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