He aquí.

Este es mi blog, un pequeño sitio donde vengo de cuando en cuando a soltar ideas en forma de entradas. Siéntete libre de curiosear lo que quieras.

Diego.

Los años no justifican nada.

El refranero popular español destaca por ser uno de los más ricos y cultivados del planeta, se podría decir, que tenemos frases para todo tipo de situaciones. Es más, yo me considero persona acodada en muchísimas de estas frases.

No obstante, la soberbia humana florece en los vestigios de gloria que antaño -y quizás divago- creó fantasmas de poder. Y parece mentira que existan tantos y tan buenos refranes. Aunque ahora que releo lo poco que he escrito hasta ahora, atisbo que el devenir de mis palabras se vuelve vacuo a cada paso que doy. Como dice el refranero -que me viene al dedillo- iré al grano.

El pasado sábado me sucedió un desagradable hecho que provocó una reacción en cadena que desembocó en la idea para una nueva entrada de este blog. Voy a intentar hacer memoria de qué ocurrió exactamente, pues la noche me confunde, como dice un gran "sabio".

"Serían las tres de la mañana, quizá las cuatro. El alcohol corría por la barra mientras yo, sentado en una mesa de un rincón con Jose, Fernando, JL y Luis, disfrutaba de la compañía mientras tomábamos unas cervezas y comíamos aceitunas por doquier. Todo iba realmente bien. Hasta que en una de mis visitas a la barra para reanudar otra ronda, me topé con el. Al lado mía había un tipo de unos cuarenta años de edad, enrollándose con una mujer de su misma quinta. Este energúmeno se giró hacia mí y ni corto ni perezoso empezó a gritarme, asegurando que le estaba molestando y que me sentara ya. La pantomima acabó con la frase de "Venga, ponle un biberón al crio"..."


Como hecho aislado, no deja de ser más que un puto borracho de mierda, que pese a tener mas años que Matusalén aún no ha aprendido a controlarse siquiera cuando se emborracha. Alzo mi biberón y brindo por su absoluta brillantez, que se yergue sobre nuestras cabezas, como si de su propio falo vitaminado con viagra se tratase. Aunque posiblemente esto a usted se la traiga floja.

En cambio, como idea aislada es mucho mas fructífero que el memo de antes. Y es que la soberbia de la edad, es algo que nos afecta a todos. Todos hemos sufrido a gente que se han dado aires de grandeza por el simple hecho de llevar mas años que tú sobre la Tierra. En resumen. Vienes con aires de grandeza sólo por que tus padres decidieron follar antes que los míos. Absurdo.

Por suerte tengo amigos más pequeños y más mayores que yo. Y puedo asegurar que a ninguno le importa en qué año haya nacido yo. De hecho, a mí tampoco me importa cuando hayan nacido ellos. No es algo que me importe.

Me da igual que el diablo sepa más por viejo que por diablo. El respeto y la humildad no entiende de edades, razas o sexos. Un humano prepotente no es más que una cagarruta universal creyéndose alguien.

Vive, y deja vivir.

1 comentario:

  1. Este finde si está por allí otra vez le decimos "abuelo, que se le está escapando la orina y está manchando el suelo!!" xDD

    ResponderEliminar