He aquí.

Este es mi blog, un pequeño sitio donde vengo de cuando en cuando a soltar ideas en forma de entradas. Siéntete libre de curiosear lo que quieras.

Diego.

Carlos Parra Castillo y la "Vergüenza Torera"

Carlos Parra Castillo. Posiblemente nadie sepa quién es, y ni siquiera le suene su nombre. Pero este hombre, es ya para mi otro motivo más para limpiarme el culo con las palabras de todos y cada uno de los programuchos del corazón -ojo al dato, ya nadie los llama con el elogio de "prensa rosa", por algo será- y por supuesto y con mucho más énfasis, me limpio también el culo con las palabras en defensa de estos programas de cualquier seguidor o seguidora.

Es más, estos últimos son el problema de este cáncer que nos mata día tras día al resto de españoles cultos y con criterio. Estos últimos son los que retroalimentan día tras día la idiosincrasia mundial de la maruja de barrio que cotillea y miente por el gusto de hundir a quien se antoje. 

No es más tonto el que hace tonterías, sino el que se las ríe.

Ortega Cano. Seguro que a este sí que lo conocéis. O por lo menos, os suena el nombre. Ortega Cano no es más que un simple torero envalentonado por sus actos -crueles y cavernícolas- que ahora tras haber cometido asesinato, goza de su estátus y parece que está siendo perdonado por el pueblo. Dime con quien andas y te diré quien eres. Desprecio hacia el torero y más deprecio aún si cabe hacia sus seguidores. Pues este energúmeno, tras haber bebido de sobremanera y según datos policiales, triplicar el nivel de alcoholemia permitido, no hizo una gilipollez mayor que coger el coche. Resultado: Una persona muere en el acto y otra resulta herida leve. El acaba herido grave, por suerte, ha sobrevivido. 

Pues Carlos Parra Castillo es la víctima de este mamón cornudo, que ahora, apoyado por sus incondicionales becerros, parece estar saliendo de rositas. Pues habrá comprado jueces, habrá comprado a la familia del fallecido y habrá comprado a todo aquel que hubiera sido una amenaza, para su impoluta imagen de asesino de animales, que ahora parece que ha ascendido al nivel de homicida.

Triste una muerte en carretera, pero más triste es que los programas del corazón ni siquiera mencionen a Carlos Parra una décima parte de las veces que hablan de Ortega, de su desliz y de lo buenísima persona que es.

Pregunten a la madre del fallecido.

1 comentario: