He aquí.

Este es mi blog, un pequeño sitio donde vengo de cuando en cuando a soltar ideas en forma de entradas. Siéntete libre de curiosear lo que quieras.

Diego.

Podría ser.


Algo para oír mientras se lee.


Vuelven los ciclos pasados antaño, aquellos que mi corazón volvería a tener en cualquier momento, pero mi cerebro espera olvidar.

Son los mismos momentos que aunque ahora me hagan sonreír, sé que no mañana, quizá tampoco pasado... pero algún día, acabaré tirado de nuevo en la esquina de algún bar, bebiendo mas alcohol del que jamás pueda llorar.

Tengo miedo. Miedo de recibir mas golpes, más de los que me llevé, de los cuales ya estoy bien, estoy curado. Pero no necesito que nadie venga a hurgarme en las cicatrices, no quiero que ninguna se abra y vuelva de nuevo a perder, no sangre, sino mi propia esencia que se va con cada puñetazo sentimental en el estómago.

Tengo miedo. Miedo de que esos dos ojos verdes me hagan caer en los delirios de su embriagador atractivo. Siendo así un muñeco a los antojos de la dueña. Y ya perdí la cuenta de cuerdas que se me rompieron por culpa de anteriores irresponsables, que jamás supieron valorar, lo que entre mis hilos se movía, que no era madera, que era carne, era dolor, eran sentimientos, era yo.


"Carpe diem"... sí, pero "cogito, ergo sum".

No puedo pasar por alto las cosas del alma. Puedo intentar sofocarlas con tonterías y demás cosas asquerosamente humanas. Pero eso es comida para hoy, y hambre para mañana.

Para qué engañar a nadie. Tengo miedo de darle a alguien cobijo en mi corazón. Y me da coraje, porque por culpa de las zorras más antiguas del mundo, por culpa de las mentiras y por culpa de las mamadas en horas consecutivas a poyas indebidas, me tengo que esconder, encoger y que asustar.

En fin...

Como siempre, estaré pensando demasiado. Esos dos ojos verdes tendrán mejores cosas en la mente, y quién sabe si en el corazón. Quizá no me hagan llorar, quizá lo haga yo. Quizá me acaben por destrozar. Quizá deba disfrutar de lo mucho que me den, por muy corto que sea, y por mucho que lo compartan.


O quizá deba dejar de escribir ya.








2 comentarios:

  1. Quizá ha llegado el momento de retroceder, de permanecer cauteloso, en espera, dejando que el tiempo te resbale y la montonía te vuelva a mirar a la cara una vez más.
    Pero ¿Sabes? Posiblemente haya llegado el momento de arriesgarse.. Porque ya sabes "Quien no arriesga no gana" Hay que ser consciente de que todo lo que empieza acaba, y que todo lo que acaba, suele doler.
    Sin embargo, si esos ojos verdes te hacen temblar, si te dan un vuelco al estómago cuando los ves y los tienes tatuados en la memoria, habrá merecido la pena.
    O quizá no.
    Quizá sea mejor quedarse soñando con lo que podría haber pasado, pero sin heridas, sin emociones nuevas, sin nada que vuelva a alterarte tanto.
    Probablemente, lo mejor sea dejar de buscar pros y contras y actuar.

    O no hacer caso, ni de coña a una persona anónima.

    ResponderEliminar